Desde la antigüedad el hombre ha sabido regular el agua ya sea con piedras o troncos de árboles.
Los egipcios, griegos y otras culturas eran capaces de dirigir el agua que captaban de ríos o fuentes para el consumo público o riego.
Aunque fueron los romanos los verdaderos
desarrolladores de sistemas de canalización de agua. Transportaban agua desde las fuentes o ríos hasta los núcleos urbanos, a veces a grandes distancias y salvando importantes obstáculos mediante acueductos.
Muchas de las válvulas eran de tipo plug o stopcock, construidas de bronze, lo que hoy seria ASTM B-67, material que dominaban los maestros de la "Collegia Fabrorum", rico en plomo, no agrietable, anticorrosivo, dúctil, soldable
a las tuberias de bronze o plomo y de poca fricción lo cual facilitaba la rotación del vástago.
La válvula estaba compuesta de un cuerpo, de un vástago agujereado (plug) y un bottom, más una gran leva para poder girar el vástago. A veces, se insertaba un inserto que una vez golpeado con el martillo bloqueaba la salida del
vástago pero permitía su giro. Era una forma de impedir extraer el vástago para defraudar agua, práctica que parece común a raiz de algunos agujeros encontrados en las tomas de la válvula.
En diversas ciudades mediterraneas se han encontrado pequeñas válvulas de la época romana, cuyo diseño difiere muy poco, como en Rabat, Djemila, Istambul, Avarches, Augusta (donde también se han visto válvulas
de mariposa para grifos) y Nápoles (donde el vástago era cilíndrico).
Los romanos usaban también unas primitivas válvulas de diafragma, realizadas de piel de cuero que manualmente cerraba sobre un weir, para controlar el flujo y temperatura del agua los baños.
También hay evidencia del uso de check valves para evitar el retorno del fluido, válvulas en ángulo, y válvulas de mezcla.
Durante la Edad Media no se conocen importantes avances en el diseño de válvulas. Fue durante el Renacimiento, cuando la construcción de canales, proyectos de riego y otros sistemas hidráulicos incluyeron
más sofisticadas válvulas. Leonardo Da Vinci nos dejo una buena muestra en sus bocetos.
La historia moderna de la industria de la válvula empieza de forma paralela a la Revolución Industrial. En 1705 Thomas Newcomen inventó la primera máquina de vapor, que necesitaba
de válvulas que fueran capaces de contener y regular el vapor a altas presiones. A medida que inventores como James Watt diseñaban nuevas máquinas, estos iban mejorando el diseño de las válvulas. Pero tuvieron que
pasar bastantes años para que la producción de válvulas fuera a gran escala, y de forma independiente a proyectos particulares.
Bibliografía
- Togliard
- "Rome engineering and industry" - Enzo Fabio y Luca Fassitelli
Ed. Petrolieri d'Italia